Pieza de Junio: Tejido Nazarí

Un Tejido Nazarí. Decoración y Técnica en Época Nazarí es la pieza del mes de junio en el Museo de la Alhambra. Todos los sábados, a partir de las 12:00 del mediodía, el Patronato de la Alhambra y Generalife organiza esta actividad gratuita, que conducirá el licenciado en Historia del Arte, Alejandro Guillén Santoro, en la Sala VII. Las ponencias pretenden desvelar al público las peculiaridades de este elemento decorativo nazarí.

Un Tejido Nazarí. Decoración y Técnica en Época Nazarí es la pieza del mes de junio en el Museo de la Alhambra. Todos los sábados, a partir de las 12:00 del mediodía, el Patronato de la Alhambra y Generalife organiza esta actividad gratuita, que conducirá el licenciado en Historia del Arte, Alejandro Guillén Santoro, en la Sala VII. Las ponencias pretenden desvelar al público las peculiaridades de este elemento decorativo nazarí.

Este fragmento de tejido de seda de forma rectangular, datado en el siglo XV, está decorado con una cenefa en la que cambia el color y la decoración. Conserva el extremo inferior con una lista roja lisa. El motivo decorativo principal es el ataurique y el merlón, predominando el color rojo o granate, un color que llegó a convertirse casi en un elemento definitorio del reino de Granada y cuyo tinte se sacaba de un insecto que se encuentra en las encinas. Las comparaciones con el revestimiento de los muros de la Alhambra son referencia continua en diferentes autores.

Se trata de una de las llamadas “sedas de la Alhambra”, tejidos de entre los siglos XIV y XV, decorados con gran semejanza a las yeserías de la Alhambra. Se conoce la existencia de gran número de trabajadores en este sector dentro del reino de Granada, lo que hace suponer que su producción estaría mecanizada a través de diversos tipos de telar.

A través de los escritos de Ibn Jaldun se deduce la existencia en la ciudad del llamado tiraz real, un taller dedicado a la producción de telas de lujo. Se han conservado varias piezas similares en diferentes museos, y gracias a su estudio comparativo se podrá observar la evolución en el diseño y decoración de los tejidos durante el siglo XIV y XV.

Al-Andalus destacó en la producción de tejidos de seda, desde la creación del taller real de Córdoba o tiraz en el siglo IX, hasta el incendio de la Alcaicería de Granada en el XIX, que llegó a convertirse en un trabajo de tan alta especialización y valor económico que tras la expulsión de los moriscos en 1571 se permitió la permanencia de algunos de estos especialistas para que no se perdiera tan lucrativo negocio, que llegaba incluso a exportarse hasta Italia.

Fuente: Patronato de la Alhambra