La Alhambra estrena nuevos espacios de visita nocturna que invitan a soñar

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noticia_alhambra_iberdrolaEl castillo nazarí vuelve a sorprender ampliando el itinerario de las visitas nocturnas a los palacios nazaríes y apostando por una pieza única de taracea, las puertas de la Alhacena de los Infantes.

Imaginar ser Washington Irving por una noche y trasladarse al siglo XIX, con pluma en mano y la imaginación estallando en una de las leyendas de la Alhambra, ahora es más fácil. Retroceder en la historia y fantasear con las conversaciones que podría haber tenido con el Príncipe Dolgorouki con quien se alojaba en los palacios nazaríes, también. Y es que esta quimera se hace posible con la ampliación del itinerario de las visitas nocturnas en la Alhambra, que añaden como aliciente de este verano el acceso a las llamadas habitaciones de Irving o del Emperador.

Una novedad a la que se une el posible acceso a la galería del patio de la Reja, a través de una de las puertas laterales del salón de los Embajadores, en la que se podrá contemplar una magnífica vista panorámica de los barrios más auténticos de Granada: Albaicín y Sacromonte. Y es que el Patronato de la Alhambra y Generalife no deja de apostar por sorprender a locales y turistas.

La visita oficial comenzará -como hasta ahora- en el Mexuar, el palacio más antiguo del castillo, en el cual se solía reunir el consejo de ministros y donde el sultán impartía justicia. Seguirá por el Cuarto Dorado, que une este palacio con el de Comares, el más importante, que llegó a ser residencia oficial del Sultán y lugar donde se encontraba la sala del trono.

El recorrido continuará por el patio de los Arrayanes, para después proseguir por el corredor cristiano, hasta el mirador de Lindaraja, sala de Dos Hermanas, sala de Abencerrajes y sala de Mocárabes, regresando al patio de los Arrayanes, para acabar en la puerta del Príncipe.

Si ya es una delicia poder disfrutar con la luna de testigo, de los jardines, del reflejo luminoso de los árboles en las albercas, de la brisa nocturna en un parador único, de los templetes, arcos y bóvedas árabes...con los nuevos privilegios que propone el Patronato de la Alhambra y el Generalife este verano, hasta al señor Irving le llegaría a dar envidia.

Además, este mes, la pieza que destaca del museo árabe, viene a colación con los espacios abiertos. Se trata de las puertas de la alhacena del Palacio de los Infantes, realizadas en madera de ciprés y decoradas con taracea de madera, hueso y marfil.

En Mesopotamia, sobre el año 2600 a.C. ya se utilizaba la técnica de la taracea, y en Occidente esta técnica se introdujo a través de Al Andalus.

Las puertas, de gran belleza y delicada decoración geométrica de lazo, se componen de un marco y dos hojas unidas a éste, mediante pequeñas bisagras de bronce. Están decoradas por ambos lados y el marco solamente en su parte externa. Cada frente de las puertas es distinto. En su cara interna, la decoración de marfil, hueso y maderas diferentes están incrustadas en los soportes de cada puerta. En su frente exterior, la decoración presenta una serie de piezas de maderas de colores y hueso, que se combinan de forma magistral. Las bisagras son únicas por su estructura tanto en el marco como en las hojas.

La entrada es de carácter gratuito, todos los sábados, a partir de las 12:00 del mediodía, donde la restauradora y licenciada en Bellas Artes, María José Ortega, conducirá en la sala V, del Museo de la Alhambra, en el Palacio de Carlos V.

Fuente: granadahoy.com